Desde Doble 9 la radio Rock en Lima, la más consagrada agrupación
peruana de todos los tiempos en una amena entrevista para todos sus
seguidores y a cargo del gran Manuel Sanguineti.
El Opio, droga narcótica que se obtiene
desecando el jugo de las cabezas de adormideras verdes, se mastica o
fuma, pero también se escuchaba en la Lima de los setenta.
Este
reconocido grupo limeño estaba integrado por Luís Bonilla (batería y
voz), Augusto Bravo (primera guitarra), Manuel Verástegui (segunda
guitarra) y voz y Beto Pineda (bajo). Algunos de estos músicos habían
formado parte de un grupo de Surquillo llamado Nueva Generación.
El
nombre del grupo surgió cuando uno de sus integrantes creyó ver a un
chino fumando opio en una tienda de abarrotes, les propuso la idea a los
demás músicos y al instante caló como el perfecto distintivo de la
banda, pero tuvieron ciertos problemas con grupos rivales que asociaron
el opio con “cosas raras”, mas no con su música, como ellos mismos
refieren.
El Opio grabó varios 45 rpm para el sello Odeón, desde
1972 hasta 1975. Tuvieron muy buenas presentaciones, pero la que más
recuerdan se realizo en Trujillo, donde tocaron junto a Las Águilas,
que, según cuentan fue un grupo fenomenal de esa ciudad.
El tema
preferido en los conciertos de El Opio era “Una bruja en el Cusco”, una
composición de Augusto Bravo y Manuel Verastegui.
El estilo de
esta banda pasaba de la psicodelia, al hard rock y a la fusión; además
El Opio es uno de los creadores del rock –huayno, como en “Piratas en el
Titicaca “, donde en la introducción de la canción había un conjunto de
saxo tocando un típico huayno huancaíno.
La canción “Una bruja
en el Cusco” apareció en Marzo de 1972 y fue, sin duda, lo más conocido
del grupo . Aunque hubo temas que nunca fueron grabados, como uno que
duraba una hora y se llamaba “Hashis”, y que fue pirateado por un grupo
ecuatoriano siete meses después de haber sido estrenado en un concierto
en el norte del Perú.
En el diario La Crónica, del 31 de Mayo de
1974, apareció una nota sobre El Opio, en la que se anunciaba que el
grupo tomaría otros rumbos. Finalmente la banda se desintegraría en
1975, no sin antes buscar brujas y piratas desde el Cusco hasta el Lago
Titicaca. El Opio provocaba una euforia en el público, seguida de un
sueño onírico, ya que escuchar sus canciones conduce a un estado de
hábito y necesidad al comprobar la calidad de esta banda , que sin duda
es un buen representante del rock nacional.
Discografía del Opio 45 rpm:
*Recordándote /Una bruja en el Cusco
*Piratas en el Titicaca / Juntos
*Prueba “A” /Ella
*Pusher / Déjame solo.
Articulo publicado en el Fanzine Sótano Beat (Otoño 2001)